viernes, 19 de junio de 2009

"La decoración de un bostezo"

Inicio como siempre, la repetida imagen acompañada del rutinario recuerdo, tan rutinario que el suspiro que alguna vez evocó, ahora se muestra tan inexistente, esto, tan comparable con la sala de aquel hogar, de paredes color rojo y muebles blancos, tres sillones y un cuadro, ese paisaje que idolatrabas y a mi siempre me pareció tan abstracto.

Tú, sentada a la orilla del segundo sillón situado de derecha a izquierda, o izquierda a derecha, en fin, es lo mismo, solo eran tres, prácticamente, o de manera más sencilla, estas sentada en el medio, mirando el foco a punto de fundirse.  Recuerdo que alguna vez me comentaste haber pensado pintar la sala de blanco y cambiar los muebles por unos nuevos, preguntaste: ¿Qué tal el color rojo?

“Sería mejor comprar un nuevo foco”- Contesté.

Entonces, este es mi recuerdo rutinario. En el asiento trasero del auto, la cabeza recargada junto a la ventana, el clima me ha tocado, el vapor que proviene de mi boca empaña al vidrio y con el dedo meñique, marco dos puntos, uno separado aproximadamente por un centímetro del otro y dos centímetros hacia bajo, una sonrisa.

La velocidad hace que las líneas trazadas en la carretera se difuminen, ese brillo amarillo en mi ojo izquierdo, al igual, la figura de los troncos y el espacio entre ellos crea una sola imagen, una mezcla de ocre, verde, azul cielo y condimentos de neblina, crean el fondo perfecto. A esta altura, el radio ha perdido su señal.

 ¿Nunca te has preguntado, cómo se llega a esas pequeñas chozas internadas en el bosque?, esas de las que siempre escapa humo y me hacen imaginar hasta sentir el calor dentro de ellas.

“No”- Contestaste.

Breve introducción

El oportunismo es una adorable cualidad,  con la cual todo tejido se desarrolla y por consiguiente, posee. De esta forma justifico el nacimiento de este diminuto espacio que subjetivamente se podría considerar tanto informativo como inútil.

La oportunidad me concede congelar por medios de estructura tipográfica y accidentada gramática, mis breves movimientos y cosechas de corte onírico, así como algún posible accidente que desee compartir.

De esta forma, consideré pertinente inaugurar el espacio con el primer escrito que realizé titulado: "La decoración de un bostezo"

Cambio y fuera.